La Reserva Hídrica y Natural Municipal Salsipuedes se crea en noviembre de 2019 por Ordenanza Municipal N° 1404/19, garantizando la conectividad del Corredor Sierras Chicas y la adhesión a la Ley Provincial N° 9814/10 de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos junto a la Ley Provincial N° 6964/83 de Áreas Naturales Protegidas de Córdoba.
Cuenta con una superficie aproximada de 6.000 hectáreas, comprendiendo importantes relictos de bosque nativo con toda su biodiversidad y la cuenca hidrológica del río Salsipuedes, como principales valores de conservación.
Se puede observar el Bosque Chaqueño Serrano con la presencia de matorrales y pastizales de altura en la cuenca alta. En su transición hacia las cuencas media y baja se aprecian especies de árboles y arbustos nativos característicos como talas, molles, algarrobos, quebrachos, duraznos de campo, piquillines, espinillos, manzanos del campo, chañares, cocos, sombras de toro, palos amarillos, además de enredaderas tales como pasionarias, sacha huascas, ipomeas y mandevillas, conviviendo con otras especies de hierbas, hongos, musgos y líquenes, que con su presencia ayudan a la regulación de la cuenca hídrica, del aire y del clima, con sus raíces aportan la contención de los suelos y con su follaje brindan refugio a otras especies.
En cuanto a la fauna nativa, existe una gran diversidad de habitantes que contribuyen al funcionamiento de estos ecosistemas serranos. Un eslabón fundamental son los polinizadores que abarcan distintas especies de insectos, mariposas, abejas, entre otros, colaborando con la sostenibilidad de los bosques. Además, sobrevuela una maravillosa diversidad de aves conocidas como pepiteros, carpinteros, brasitas, naranjeros, tacuaritas azules, picaflores, cóndores, halcones, águilas, jotes y lechuzas, que aportan en la dispersión de semillas y en la regulación de poblaciones de otras especies. Así también, se encuentran zorros, corzuelas, cuises, pecaríes, gatos del monte, lagartos, lagartijas, chelcos, culebras, yararás y corales, solo por mencionar algunos.
Se encuentran valores culturales destacados como sitios arqueológicos que revelan la existencia de comunidades originarias, y valores históricos como la Iglesia Dominica que data de fines del siglo XIX, como así también antiguas pircas, edificaciones emblemáticas, relatos escritos y narraciones orales que junto a otras expresiones humanas enriquecen la historia y el paisaje cultural de nuestro pueblo.
Nuestra Reserva protege bienes y servicios ambientales fundamentales para la vida de las generaciones actuales y futuras, ya que con su implementación y el compromiso de toda la comunidad, contribuye a la regulación de los ciclos del agua, la regulación de la temperatura y de los vientos, a la contención de los suelos y al soporte de la biodiversidad de los bosques, a la provisión de alimentos y medicinas, al abastecimiento de materias primas, a la producción local como potenciador de la economía regional, a las actividades turísticas, recreativas, deportivas, de investigación, educativas y culturales, a mitigar los efectos del cambio climático, y mejorar la calidad de vida de las personas que habitan, visitan y disfrutan las sierras cordobesas.
La Reserva comprende un área geográfica de jurisdicción municipal de gran complejidad, donde se entrelazan los procesos naturales y la vida humana, y presenta situaciones y desafíos diversos para la gestión de la conservación. Para eso, resulta necesario compatibilizar el destino del uso de suelo preexistente a la Ley Nº9814/2010 y planificar la expansión poblacional actual que crece sobre el Corredor de Sierras Chicas, cuyo impacto fragmenta y pone en peligro los ecosistemas nativos, agravado por otras presiones como el avance de especies exóticas invasoras, la generación de residuos y la urbanización desmedida.
Desde el 2020, la Reserva cuenta con dos Guardaparques y en coordinación con la Dirección de Planeamiento y Ambiente, se están desarrollando distintas líneas de trabajo en el marco de una planificación para abordar temas prioritarios, a través de relevamientos, diagnósticos, sistematización de información, articulación con la comunidad, instituciones, múltiples actores y con otras áreas protegidas de la zona, intervenciones a campo, actividades de educación ambiental y atención a visitantes, proyectos temáticos, entre otras, con el objetivo de visibilizar la importancia del área protegida y promover acciones tendientes a la conservación.
Habitar las sierras cordobesas implica una responsabilidad ambiental solidaria que involucra a toda la comunidad. Conservar la naturaleza que nos rodea es nuestro desafío y te invitamos a ser parte.